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OTRO MÁS QUE
COLGÓ LOS TENIS
Soy de la especie que encontró la vida
por cada ausencia y cada despedida.
Me han llorado cuando alguien extraña
la tibia sombra que había en mis palabras.
Hay una lágrima aún de distancia
que une el cordón a la soga sangrada.
Cada latido respiro nostalgias
y añoro desear la paz del olvido.
Sé que aunque no quiera colgaré los tenis
dormiré en petate y bailaré calmadas,
mudaré mis cosas hacia el otro barrio,
cerraré el changarro, tiraré la toalla.
Sé que aunque no quiera ….
Nuestros ancestros sembraron rosales
y esas espinas mancharon las calles.
Los obligaron a odiar su cultura,
fueron la plaga que ardió sola y muda.
No los movió su pasión ni su encanto,
sólo dejaron al pueblo en cascajo.
Se despertaron con luz de la luna
y era la sombra que aprieta y aúlla.
Sé que aunque no quiera serviré a la flaca
llegaré al Mictlán y chuparé faritos.
Bailaré el jarabe con las golondrinas,
me iré de minero, firmaré en el libro.
En bodegones de bronce y papel
revivirá incorrupta nuestra piel.
Resistirá a la opresión nuestro aliento
para vivir la historia ya sin miedo.
El mismo sorbo hundirá las miradas
y hará inocentes sus falsas palabras.
Cosecharemos la fruta prohibida
que arde y germina en el mar de composta.
Sé que aunque no quiera me iré hacia la luz,
se llamaba Pancho, saldré en las noticias,
soy la comidilla para los gusanos,
ya cerré los ojos, cruzaré el Estigia.
Sé que aunque no quiera colgaré los tenis.
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